Formación de
la cavidad amniótica, el disco embrionario y la vesícula umbilical
A medida que
se produce la implantación del blastocisto se dan cambios morfológicos en el
embrioblasto que dan lugar a un disco embrionario bilaminar constituido por el
epiblasto y por el hipoblasto. El disco embrionario da origen a las tres capas
germinales que forman los tejidos y órganos del embrión. Las estructuras
extraembrionarias que se forman durante el quinto estadio son la cavidad amniótica,
el amnios, la vesícula umbilical (saco vitelino), el tallo de conexión y el
saco coriónico.
A medida que
progresa la implantación del blastocisto, aparece un espacio de tamaño pequeño
en el embrioblasto. Este espacio es el primordio de la cavidad amniótica. Al
poco tiempo, las células amniogénicas (formadoras del amnios) —los amnioblastos—
se separan del epiblasto y forman el amnios, que rodea la cavidad amniótica.
Simultáneamente se produce una serie de cambios morfológicos en el embrioblasto
(el conjunto de células a partir del cual se desarrolla el embrión) con
formación de una banda bilaminar, plana y casi circular de células que se denomina
disco embrionario y que está constituida por dos capas:
● Epiblasto,
que es la capa más gruesa y que está constituida por células cilíndricas altas
relacionadas con la cavidad amniótica.
● Hipoblasto,
constituido por pequeñas células cuboideas adyacentes a la cavidad exocelómica.
El epiblasto
forma el suelo de la cavidad amniótica y se continúa en la periferia con el
amnios. El hipoblasto forma el techo de la cavidad exocelómica y se continúa
con la fina membrana exocelómica. Esta membrana, junto con el hipoblasto, reviste
la vesícula umbilical primaria (saco vitelino).
El disco
embrionario se sitúa ahora entre la cavidad amniótica y la vesícula. Las
células del endodermo de la vesícula forman una capa de tejido conjuntivo que
se denomina mesodermo extraembrionario y que rodea el amnios y la vesícula
umbilical. La vesícula umbilical y la cavidad amniótica hacen posible los
movimientos morfogenéticos de las células del disco embrionario. A medida que
se forman el amnios, el disco embrionario y la vesícula umbilical primaria,
aparecen lagunas (espacios pequeños) en el sincitiotrofoblasto. Las lagunas se
rellenan de una mezcla de sangre materna procedente de los capilares endometriales
rotos y de restos celulares procedentes de las glándulas uterinas erosionadas.
El líquido de los espacios lacunares, denominado embriotrofo, llega al disco
embrionario por difusión y proporciona material nutritivo al embrión. La
comunicación entre los capilares endometriales erosionados y las lagunas del
sincitiotrofoblasto establece la circulación uteroplacentaria primordial. Cuando
la sangre materna alcanza las redes lacunares, las sustancias nutritivas y el
oxígeno pasan al embrión. La sangre oxigenada alcanza las lagunas procedente de
las arterias endometriales espirales, mientras que la sangre desoxigenada es
eliminada de las lagunas a través de las venas endometriales. El producto de la
concepción humano de 10 días (embrión y membranas extraembrionarias) está
incluido de manera completa en el endometrio uterina. Inicialmente hay una
solución de continuidad en la superficie del epitelio endometrial que pronto
queda ocluida por un tapón de cierre correspondiente a un coágulo de fibrina de
la sangre. Hacia el día 12 el tapón de cierre está cubierto de manera casi
completa por epitelio uterino regenerado.
A medida que
tiene lugar la implantación del producto de la concepción, las células del
tejido conjuntivo endometrial experimentan una transformación que se denomina reacción
decidual. La función principal de la reacción decidual es la nutrición del
embrión inicial y la creación para el producto de la concepción de un sitio
privilegiado desde el punto de vista inmunológico.
A medida que
se producen los distintos cambios en el trofoblasto y el endometrio, el mesodermo
extraembrionario aumenta de volumen y aparecen espacios celómicos
extraembrionarios aislados en su interior. Estos espacios se fusionan rápidamente
formando una gran cavidad aislada, el celoma extraembrionario. Esta cavidad
rellena de líquido rodea el amnios y la vesícula umbilical excepto en la zona
en la que estas estructuras están unidas al corion por el tallo de conexión.
A medida que
se forma el celoma extraembrionario, la vesícula embilical primaria disminuye
de tamaño y se forma una vesícula umbilical secundaria más pequeña.
Desarrollo del
saco coriónico
El final de la
segunda semana se caracteriza por la aparición de las vellosidades coriónicas
primarias, que forman columnas cubiertas por sincitio. Las extensiones
celulares crecen hacia el sincitiotrofoblasto y dicho crecimiento parece estar
inducido por el mesodermo somático extraembrionario subyacente. Las
proyecciones celulares forman las vellosidades coriónicas primarias, que
representan la primera fase en el desarrollo de las vellosidades coriónicas de
la placenta.
El celoma
extraembrionario desdobla el mesodermo extraembrionario en dos capas:
● El mesodermo
somático extraembrionario, que reviste el trofoblasto y cubre el amnios.
● El mesodermo
esplácnico extraembrionario, que rodea la vesícula umbilical.
El mesodermo
somático extraembrionario y las dos capas de trofoblasto forman el corion. El
corion forma la pared del saco coriónico, dentro del cual el embrión, el saco
amniótico y la vesícula umbilical (saco vitelino) están suspendidos por el
tallo de conexión. El celoma extraembrionario se denomina ahora cavidad
coriónica.
El embrión de
14 días todavía tiene la forma del disco embrionario bilaminar plano, pero las
células hipoblásticas de una zona localizada adquieren ahora una configuración
cilíndrica y forman una zona circular gruesa que se denomina placa precordal,
esta placa precordal indica la localización de la boca y es un elemento
organizador importante en la región de la cabeza.
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