ESTADIO 1
Fecundación:
La fecundación
tiene lugar habitualmente en la ampolla de la trompa uterina, también puede
ocurrir en otras partes de la trompa uterina, pero no se produce en el cuerpo del
útero. Las señales químicas (factores de atracción) segregadas por el ovocito y
por las células foliculares que lo rodean guían a los espermatozoides
capacitados hasta el ovocito.
La fecundación
es una secuencia compleja de eventos moleculares coordinados que se inicia con
el contacto entre un espermatozoide y un ovocito y que finaliza con la mezcla
de los cromosomas de orígenes materno y paterno en la metafase de la primera
división meiótica del cigoto, que es un embrión unicelular. Los defectos en
cualquiera de las fases de la secuencia de estos acontecimientos pueden dar
lugar a la muerte del cigoto.
El proceso de
fecundación requiere aproximadamente 24 h.
La fecundación
es una secuencia de acontecimientos coordinados
● Paso de un
espermatozoide a través de la corona radiada.
● Penetración
de la zona pelúcida. El paso de un espermatozoide a través de la zona pelúcida es
la fase más importante en el inicio de la fecundación.
● Fusión de
las membranas celulares del ovocito y el espermatozoide.
● Finalización
de la segunda división meiótica del ovocito y formación del pronúcleo femenino.
La penetración del ovocito por un espermatozoide activa el ovocito para
finalizar la segunda división meiótica y convertirse en un ovocito maduro y en
un segundo corpúsculo polar
● Formación
del pronúcleo masculino.
● A medida que los pronúcleos se
fusionan dando lugar a una agregación diploide única de cromosomas, el ovótido
se convierte en un cigoto.
El cigoto es
único desde el punto de vista genético debido a que la mitad de sus cromosomas
proceden de la madre y la otra mitad del padre. El cigoto contiene una nueva
combinación de cromosomas que es distinta de la existente en las células de
cualquiera de los progenitores.
El sexo
cromosómico del embrión se determina en el proceso de fecundación y está en función
del tipo de espermatozoide (X o Y) que origina la fecundación del ovocito.
División del
cigoto
Empiezan las divisiones
mitóticas repetidas en el cigoto, lo que incrementa rápidamente su número de
células (blastómeros). Estas células embrionarias son cada vez más pequeñas con cada división
de segmentación sucesiva. La división del cigoto tiene lugar mientras este atraviesa
la trompa uterina hacia el útero. Durante la segmentación, el cigoto permanece
en el interior de la zona pelúcida. La división del cigoto en blastómeros se
inicia aproximadamente 30 horas después de la fecundación.
Las divisiones
de segmentación subsiguientes se producen una tras otra, con formación de blastómeros
progresivamente más pequeños. Tras la fase de nueve células, los blastómeros
muestran un cambio de configuración y se alinean estrechamente entre sí para formar
una masa redondeada y compacta de células. Este fenómeno, denominado compactación,
posiblemente está mediado por glucoproteínas de adhesión de la superficie
celular. La compactación facilita una mayor interacción entre las células y es
un requisito imprescindible para la segregación de las células internas que
forman la masa celular interna o embrioblasto del blastocisto. Cuando ya se han
formado entre 12 y 32 blastómeros, el ser humano en desarrollo se denomina mórula.
Las células internas de la mórula están rodeadas por células trofoblásticas. La
mórula se forma aproximadamente 3 días después de la fecundación, en el momento
en el que se introduce en el útero.
ESTADIO 3
Formación del
blastocito
Poco tiempo
después de la entrada de la mórula en el útero (aproximadamente, 4 días después
de la fecundación) aparece en su interior un espacio relleno de líquido, el
blastocele. El líquido atraviesa la zona pelúcida procedente de la cavidad uterina
y forma este espacio. A medida que aumenta la cantidad de líquido en el
blastocele, separa los blastómeros en dos zonas:
● Una capa
celular externa delgada, el trofoblasto, que origina la parte embrionaria
correspondiente a la placenta.
● Un grupo de
blastómeros localizados centralmente, el embrioblasto, que da lugar al embrión.
El factor
temprano del embarazo es una proteína inmunosupresora secretada por las células
trofoblásticas y que aparece en el suero materno a las 24-48 horas de la
fecundación. El factor temprano del embarazo representa el fundamento de la
prueba de embarazo realizada durante los primeros 10 días de desarrollo.
Durante esta
fase del desarrollo, denominada blastogénesis, el producto de la concepción se
denomina blastocisto. Ahora, el embrioblasto se proyecta en el blastocele y el
trofoblasto forma la pared del blastocisto. Después de que el blastocisto permanece
flotando en las secreciones uterinas durante unos 2 días, la zona pelúcida
experimenta gradualmente degeneración y desaparece. La eliminación de la zona
pelúcida permite que el blastocisto incubado aumente rápidamente de tamaño.
Mientras flota en el útero, el embrión obtiene su nutrición a partir de las
secreciones de las glándulas uterinas.
ESTADIO 4
Implantación
Aproximadamente 6 días después de la
fecundación (día 20 de un ciclo menstrual de 28 días), el blastocisto se une al
epitelio endometrial, en general mediante la zona adyacente al polo embrionario.
Tan pronto como se une al epitelio endometrial, el trofoblasto prolifera con
rapidez y se diferencia en dos capas:
● Una capa
interna de citotrofoblasto.
● Una capa
externa de sincitiotrofoblasto constituida por una masa protoplásmica multinucleada
en la que no se disciernen los límites celulares.
Factores intrínsecos y de matriz extracelular modulan la diferenciación del trofoblasto a través de secuencias cronológicas cuidadosamente coordinadas. El factor de crecimiento transformador beta (TGF-b, transforming growth factor-b) regula la proliferación y la diferenciación del trofoblasto mediante la interacción del ligando con receptores de tipo I y de tipo II de las proteínas serina/treonina cinasa. Aproximadamente a los 6 días, el sincitiotrofoblasto extiende hacia el epitelio endometrial una serie de prolongaciones de configuración digitiforme que infiltran el tejido conjuntivo. Hacia el final de la primera semana, el blastocisto está implantado superficialmente en la capa compacta del endometrio y se nutre de los tejidos maternos descamados parcialmente. El sincitiotrofoblasto, fuertemente invasivo, amplía con rapidez la zona adyacente al embrioblasto, el área denominada polo embrionario. El sincitiotrofoblasto produce enzimas que erosionan los tejidos maternos permitiendo al blastocisto «horadar» el endometrio. Aproximadamente a los 7 días, aparece en la superficie del embrioblasto y enfrentada al blastocele una capa celular denominada hipoblasto (endodermo primario).
Finalización
de la implantación del blastocisto
La
implantación del blastocisto se completa durante la segunda semana. Tiene lugar
durante un período de tiempo específico correspondiente a los 6-10 días
posteriores a la ovulación. A medida que se implanta el blastocisto aumenta la
cantidad de trofoblasto que establece contacto con el endometrio, al tiempo que
el propio blastocisto se diferencia en dos capas:
● Una capa interna
denominada citotrofoblasto que presenta actividad mitótica y que origina la
formación de células nuevas que migran hacia la masa cada vez mayor de
sincitiotrofoblasto, en donde se fusionan con pérdida de sus membranas
celulares.
● El sincitiotrofoblasto, una masa multinucleada que muestra expansión rápida y en la que no pueden discernirse los límites celulares. El sincitiotrofoblasto erosivo infiltra el tejido conjuntivo endometrial y, así, el blastocisto queda incluido lenta y completamente en el interior del endometrio. Las células del sincitiotrofoblasto materna a través de cavidades aisladas (lagunas) existentes en el sincitiotrofoblasto. Al final de la segunda semana, el sincitiotrofoblasto produce la cantidad suficiente de hCG como para ofrecer un resultado positivo en la prueba de embarazo, a pesar de que en ese momento la mujer todavía no es consciente de que está embarazada.
ESTADIO 5
Formación de
la cavidad amniótica, el disco embrionario y la vesícula umbilical
A medida que
se produce la implantación del blastocisto se dan cambios morfológicos en el
embrioblasto que dan lugar a un disco embrionario bilaminar constituido por el
epiblasto y por el hipoblasto. El disco embrionario da origen a las tres capas
germinales que forman los tejidos y órganos del embrión. Las estructuras
extraembrionarias que se forman durante el quinto estadio son la cavidad amniótica,
el amnios, la vesícula umbilical (saco vitelino), el tallo de conexión y el
saco coriónico.
A medida que
progresa la implantación del blastocisto, aparece un espacio de tamaño pequeño
en el embrioblasto. Este espacio es el primordio de la cavidad amniótica. Al
poco tiempo, las células amniogénicas (formadoras del amnios) —los amnioblastos—
se separan del epiblasto y forman el amnios, que rodea la cavidad amniótica.
Simultáneamente se produce una serie de cambios morfológicos en el embrioblasto
(el conjunto de células a partir del cual se desarrolla el embrión) con
formación de una banda bilaminar, plana y casi circular de células que se denomina
disco embrionario y que está constituida por dos capas:
● Epiblasto,
que es la capa más gruesa y que está constituida por células cilíndricas altas
relacionadas con la cavidad amniótica.
● Hipoblasto,
constituido por pequeñas células cuboideas adyacentes a la cavidad exocelómica.
El epiblasto
forma el suelo de la cavidad amniótica y se continúa en la periferia con el
amnios. El hipoblasto forma el techo de la cavidad exocelómica y se continúa
con la fina membrana exocelómica. Esta membrana, junto con el hipoblasto, reviste
la vesícula umbilical primaria (saco vitelino).
El disco embrionario
se sitúa ahora entre la cavidad amniótica y la vesícula. Las células del
endodermo de la vesícula forman una capa de tejido conjuntivo que se denomina
mesodermo extraembrionario y que rodea el amnios y la vesícula umbilical. La
vesícula umbilical y la cavidad amniótica hacen posible los movimientos morfogenéticos
de las células del disco embrionario. A medida que se forman el amnios, el
disco embrionario y la vesícula umbilical primaria, aparecen lagunas (espacios
pequeños) en el sincitiotrofoblasto. Las lagunas se rellenan de una mezcla de
sangre materna procedente de los capilares endometriales rotos y de restos
celulares procedentes de las glándulas uterinas erosionadas. El líquido de los
espacios lacunares, denominado embriotrofo, llega al disco embrionario por
difusión y proporciona material nutritivo al embrión. La comunicación entre los
capilares endometriales erosionados y las lagunas del sincitiotrofoblasto
establece la circulación uteroplacentaria primordial. Cuando la sangre materna
alcanza las redes lacunares, las sustancias nutritivas y el oxígeno pasan al
embrión. La sangre oxigenada alcanza las lagunas procedente de las arterias
endometriales espirales, mientras que la sangre desoxigenada es eliminada de las
lagunas a través de las venas endometriales. El producto de la concepción
humano de 10 días (embrión y membranas extraembrionarias) está incluido de
manera completa en el endometrio uterina. Inicialmente hay una solución de
continuidad en la superficie del epitelio endometrial que pronto queda ocluida
por un tapón de cierre correspondiente a un coágulo de fibrina de la sangre.
Hacia el día 12 el tapón de cierre está cubierto de manera casi completa por
epitelio uterino regenerado.
A medida que
tiene lugar la implantación del producto de la concepción, las células del
tejido conjuntivo endometrial experimentan una transformación que se denomina reacción
decidual. La función principal de la reacción decidual es la nutrición del
embrión inicial y la creación para el producto de la concepción de un sitio
privilegiado desde el punto de vista inmunológico.
También se producen los distintos cambios en el trofoblasto y el endometrio, el mesodermo
extraembrionario aumenta de volumen y aparecen espacios celómicos
extraembrionarios aislados en su interior. Estos espacios se fusionan rápidamente
formando una gran cavidad aislada, el celoma extraembrionario. Esta cavidad
rellena de líquido rodea el amnios y la vesícula umbilical excepto en la zona
en la que estas estructuras están unidas al corion por el tallo de conexión.
A medida que
se forma el celoma extraembrionario, la vesícula embilical primaria disminuye
de tamaño y se forma una vesícula umbilical secundaria más pequeña.
Desarrollo del
saco coriónico
El final de la
segunda semana se caracteriza por la aparición de las vellosidades coriónicas
primarias, que forman columnas cubiertas por sincitio. Las extensiones
celulares crecen hacia el sincitiotrofoblasto y dicho crecimiento parece estar
inducido por el mesodermo somático extraembrionario subyacente. Las
proyecciones celulares forman las vellosidades coriónicas primarias, que
representan la primera fase en el desarrollo de las vellosidades coriónicas de
la placenta.
El celoma
extraembrionario desdobla el mesodermo extraembrionario en dos capas:
● El mesodermo
somático extraembrionario, que reviste el trofoblasto y cubre el amnios.
● El mesodermo
esplácnico extraembrionario, que rodea la vesícula umbilical.
El mesodermo
somático extraembrionario y las dos capas de trofoblasto forman el corion. El
corion forma la pared del saco coriónico, dentro del cual el embrión, el saco
amniótico y la vesícula umbilical (saco vitelino) están suspendidos por el
tallo de conexión. El celoma extraembrionario se denomina ahora cavidad
coriónica.
El embrión de
14 días todavía tiene la forma del disco embrionario bilaminar plano, pero las
células hipoblásticas de una zona localizada adquieren ahora una configuración
cilíndrica y forman una zona circular gruesa que se denomina placa precordal,
esta placa precordal indica la localización de la boca y es un elemento
organizador importante en la región de la cabeza.
Semana 1 vídeo
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